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"Y no estimo hermosura que, vencida, es despojo civil de las edades. Ni riqueza me agrada fementida, teniendo por mejor, en mis verdades, consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades" Juana Inés de la Cruz

Autoesclavitud?

El viento… disfrazado de vida
me fue llevando por el camino de la intensidad.
Quedaron mis sentidos, y la tolerancia de mi corazón
en manos de la adrenalina, el idilio, la fantasía en su esencia.
Después de llenar un libro enorme de recuerdos…
intensos,
en esta noche de cansancio cotidiano,
empiezo a sentirme esclava de mis recuerdos…
de esa intensidad,
de la imprevisibilidad de los giros en mi vida
y de los momentos increíbles vividos antes de ser soñados.
Mi corazón ahora descansa un poco,
mientras me doy cuenta de cómo lo exprimí.
Todo lo que le propuse sentir.
Y aguantó.
Hoy estamos en otro rango se sentimientos que aun no me inspiran palabras…
pero me acompaña
no cierra los ojos ante los desafíos que traigo como novedad.
Me mira con ojos de niña inocente y fantasiosa,
y me dice sin pronunciar palabra alguna…
“vos seguí que yo aguanto”.

Un día más de sobrevivir a tu recuerdo

Trataba con obligaciones
distraerme de un creciente dolor en el alma.
Empezaba a sentirse como un ardor
En un lugar resentido de dolor.
De repente,
las palabras de esa música
me trajeron tu imagen perseguida
por el recuerdo de tu piel.
Levantando la mirada al horizonte
entendí mi molestia en el pecho.
El ardor se transformó en un calor, con olor a amor guardado,
olvidado, pero vivo en el fondo.
Mi pecho se abrió junto a la herida
De aquella noche de llovizna, nuestra despedida.
Tanto tiempo de no sentirte, tan intensamente en mí…
Cayeron lágrimas desbordadas de momentos, de recuerdos,
de abrazos…
y volvieron a secarse sobre los surcos conocidos de mi cara.
Sentí al calor de la herida apiadarse de mí.
Tras un suspiro volví de a poco a la rutina
a terminar el deber del día.
Flotando, más liviana
visitada por un halo de magia.

Buscandote

Buscandote
dramatizando mi padecer
llego a la orilla del mar.
La abrumadora inmensidad
del horizonte del mar
diluye mis esperanzas.
Vuelvo de mi idilio
suspiro ante la realidad.
Pero en ese buscarte fantasioso
liberé abrazos…
se fueron con el viento.
En esa brisa fueron tambien,
mis besos.
Se aliviana el peso un momento.
Ojala este viento
te lleve un poco de lo que siento
te abrace en las tardes lluviosas
y te acaricie en silencio.
Mas allá de este mar con continentes de por medio
me voy todo el tiempo hacia ti,
en el viento.

29 de octubre de 2010

Ayer mis 27
hoy tus 39.
14 años de tu ausencia en mi vida
viviendo de sensaciones
más que de recuerdos.
De chica, el jardín
era el lugar más propicio para buscarte
gritando al cielo
para que bajes.
Fueron pasando los años
y de intentos frustrados
al no encontrarte
me hallé buscandote adentro.
Existías, habias estado..
las fotos, los relatos,
las lágrimas
marcando caminos en las mejillas.
El recuerdo en mi piel
de tus besos,
tus abrazos..
claro que existes! y existías!
Siguieron pasando los años
fuimos reencontrandonos.
En cada amanecer,
en cada sentimiento fuerte,
en la soledad,
te hallé pleno en las pequeñas cosas
y hoy,
a tus 39 y a mis 27
te siento más cerca que nunca.
Me siento, más que nunca.
Acompañada.
Diluyendo mis dolencias con tus miradas,
las de las fotos, las del alba,
las que aparecen arraigadas a mis sueños.
Las que existieron,
y quedaron grabadas.
Potenciando mi felicidad
y la fuerza que impulsa a generarla
brindo con tu compañia y la del vino,
tus 39
y mis 27.

Nro. 54 (sin título)

No poder nombrar lo que hoy siento
incrementa esta impotencia que me mata.
Parece que la boca ya no alcanza
como si faltaran las palabras.
Siento el límite de mi piel
y una necesidad de traspasarla.
El arrebato de este fuerte impulso
y una alegria suave que apenas desgarra.
Llevo la satisfacción de instantes valorados
Sencillos momentos que sonrieron
rociados de una brisa encantada.
Será la percepción causa de esta intriga
que me guia por senderos intransitados,
o será simplemente lo que soy,
que se va exitosamente manifestando.
Y asi por la vida conociendo otras vidas,
me va gustando cada vez más la mia.
Y es cada encuentro una ilusión
Ahora si vale la pena la vida.

Estás

Los días pasan
solo fué una ilusión.
Grito desesperado por compañia
primer signo de compatibilidad.
Los años pasan
pero te sigo soñando.
De repente, doblando una esquina,
apareces.
Siempre apareces.
Dos caminos se siguen cruzando,
reprimidos...
te observan pasar distraído.
Siempre estás, sombra de mi corazón
misterioso, como tu primer mirada.
Y las vidas pasan...
y apareces...

Travesia 27/02/03

La vida con su tiempo me va ablandando
acortando la distancia entre mis extremos.
Viviendo algunos instantes con mas pensamiento
liberándome por momentos de este impulso que llevo.

Algunas veces me enamoro de la vida
otras pocas, injustamente la tiraría.
Me costó llegar al equilibrio
ante falta de emoción y adrenalina.

Tantas cosas intensas se soportan
Tanto aprender día a día.
Ojala esté segura que podré aguantar
toda la intensidad que esto significa.

Pintando los grises con mas claridad
intento no desviarme de lo que decido.
y es el desafio más grande,
confiar ciegamente en uno mismo.

Que hasta ahora no haya caído
no quita la piedra de mi camino.
No pierdo tiempo en preveer la caida,
eso es parte del camino.

Libremente llegaré a algún lugar
fortalecida de tanto andar
El tiempo despiadado habrá pasado
y yo, de niña,
me veré riendo ante lo desconocido.

Un tango

La brisa corría por mi espalda
mientras tus manos y tus ojos
me invitaban a abrazarte.
Me perdí en tu protección
todo mi frío se cubrió de tu calor.
Desplegaste tu dulzura
y yo...
me hipnoticé con movimiento,
interpretandola.
El sueño de nuestros pies
fluía por el salon.
No paraban de insistir.
Querian hacer realidad
su realidad inolvidable.
Todo se perdió alrededor
la escenografía se escondió.
Nuestra inmensa pasión,
fue llenando la habitación.
Las luces se opacaban con nuestro brillo
y afuera,
la lluvia acompañaba nuestra cadencia.
Tres minutos plasmados en una ilusión,
nuestro idilio.
La espontaneidad del contacto y la magia de tus brazos
retiene el tiempo aquí.
Yo, pensando en ti.

Dolor cotidiano

Dolor,
después de tantos meses,
se me perdió, en el encierro,
tu definición.
Apareciste desde el alma
aparejando angustia y frustación.
Dejaste mi ser con cenizas,
el suelo pelado, listo para el rebrote.
Atormentaste mi razon, la humillaste.
Creí volverme más loca cada minuto.
Pero de nuestra convivencia nacio mi lucha.
Llegaste hasta mi piel, dolor,
la quemaste, y cortaste mis manos.
Luego llegaste a mis músculos,
cortando mis piernas...
mi medio para volar y soñar.
Estamos conviviendo, te acepto.
Ganaste la batalla contra mi exigencia,
la responsabilidad ya aprendió.
Herramienta cruel de la vida,
quiero que seas solo recuerdo y lección.
Libera mi cuerpo intoxicado por tu efecto.
Deja de transformar en enemigos a quienes me defendían.
Ahora todo....
es mas defendible.
Seguiré con paciencia en esta lucha cotidiana,
forzada convivencia, destructiva y creadora.
Y acumulando esta energía en sueños,
cuando mi cuerpo vuelva a expresar su pasión,
espero que seas tú
el principal espectador.

Vacío

Esta noche
deseaba que pienses en mí.
Encerrado en tu impuesto destino
mientras tus brazos
desean abrazarme a mí.
Lo siento, te siento
en los suspiros.
Tu allí, yo aquí
tan cerquita
que no logro
con vanidades, llenar tu espacio.
Y canto,
pero no puedo cantar de dolor.
Y bailo,
refugíandome en otros brazos.
Vuelvo,
como todas las noches a mi cama,
me despido de mi soledad
y me duermo abrazada a tu espacio,
vacío.

Tu cobardía

Será tu cobardía
que esconde de mi tus gestos.
Solo logro llegar a ti
con alcohol de por medio.
Y durante el dia,
me gustaria ver tu sonrisa.
Misterio, intriga,
solo me ocasiona tu cobardía.
Para mi todo es más simple
La linea recta
es la más corta de las vías.
Libera a tu cobardía
y ponme a mí,
en su guarida.

Culpa

Perdona a mi alma humana
culpable de esta herida abierta
que lo peor de ti solo despierta.
Perdona el día que regresé a tu vida,
solo logré matar tu alegría.
Perdoname ahora tu desamparo.
La soledad de tus intenciones
y la ingenuidad de tu voluntad.
Perdóname por vivir otra realidad
y no poder ser libre en la tuya.
Perdona mis intentos acumulados
que al pasar los años,
solo nos distanciaron.
Perdóname entera,
ternura mía
por haber marcado yo,
el final,
de nuestra historia idílica.

Gracias

A ti nunca pude escribirte
claro, te llevo escrito dentro mio.
Tu escencia encarnando la mia,
tu amor alimentando mi vida.
Hoy te pierdo, y por primera vez,
te escribo.
Te dejo,
pero te llevo escrito en mi.
Dulzura pura tatuada en mis labios...
hoy preguntan, quien fue tal artesano.
Reglas, principios, criterios, valores.
Fuerte obstaculo nos supero.
Pero aqui estoy,
aqui esta la mujer que hiciste de mi.
Llevo aqui tu sello, por siempre, reconocible.
Orgullosa, segura, pero indefensa... defraudada, triste,
un paso mas adelante.

Compañero

Me escondo, me refugio
toda yo, adentro suyo.
Eso que me hace sentir
sin poder siquiera ya sentir.
Invadió mis ideas, mi conciencia,
ahora soy feliz.
Rompe! cava! destruye ya!
esas ventanas enrejadas.
Libérame tú, adictiva sustancia.
Ríete de mi, esclavísame
antes de morir.
Usa mi tacto, mis sentidos
para hacer lo que no puedes hacer
ahi, encerrado y reprimido.
Vamos, querido compañero
Gritémosle a la vida fugitiva
y mañana despertemos,
sin acordarnos de nada.

Vos, de a poco

Inocente
tu mirada,
desconozco cuando tu cuerpo habla.
Te siento sentir
y me envicia, lo que provoco en ti.
Inocentes
caricias de cariño fingido,
me contienen, me transportan,
me acompañan… a veces.
Tu boca me transmite todo
habla tu alma atormentada de deseos.
Disfruto tus besos,
te absorbo,
respondo a tus movimientos.
Pero hoy pasan los días,
y aun no te beso.
Desde aquella vez,
no te entiendo.

Para el III

Me despierta todos los días
el olor
de esta impotencia putrefacta.
Cosecho los desechos de tu paso por mi.
Encontraste en mi lo mejor de ti,
y me nutriste.
Pero ángel mío,
te fuiste.
Todo sigue su ciclo.
Todo empieza a pudrirse.
Vivo,
aun amándote, en silencio,
con idilio…
la descomposición de nuestros recuerdos.

Para el I

Mi alma no te llega a la distancia.
Me extrañas..
permanentemente,
mientras yo
me desgarro
al no poder recorrer esa distancia.
Te observo desde mi intuición
y a través de escasas palabras.
Sobrevives sin mi
rodeado de cosas descartables.
No soy indispensable para ti.
Mientras, yo aquí
solo logro pensar en ti.

Ogro solitario

El abismo de tu misterio
define tu estampa llamativa.
Mirada solitaria.
Los ojos llorosos
por la alergia de la ciudad.
Increíblemente,
tu piel intacta,
reflejando la energía de tu alma.
Neuronas inquietas
que con esencia curiosa,
buscan entender la espontaneidad de las cosas.
Inmerso en tu mundo abstracto
interpretas la realidad con tus manos.
Rutina de talento carnalizado
te aísla…
enfriando tu imagen.
Pero tu sensibilidad
que musicaliza la expresión de tus manos
permitió…
que más de una vez
alguien derrita tu corazón.

Tu provecho

Si aprovechas cualquier cosa
y no me aprovechas a mi…
será que no soy cualquier cosa para ti?
Entonces que soy?
Que hago diferente para que no me aproveches…
como a las otras cosas?
No se, no te entiendo,
pero te amo.
Y este amor ya domina mi control.
Ya ni amándote podré descubrir
que es lo que soy para ti.

La esquina

Al doblar la esquina ya no te encontré.
Habías pasado hace segundos
y siguiéndote te busqué.
Pero al doblar la esquina, ya no te encontré.

Esperándote me quedé.
Todo lo que pasa tiene que volver.
Buscando más casualidades me enraicé.
Sentada en la esquina, pasar la noche contemplé.

Será en vano quizás,
buscarte todas las noche en esa esquina.
Será en vano quizás,
soñar con vos futuras fantasías.

Pero quiero esperar, ilusión,
que vuelvas a pasar por esa esquina.
Y poder regalarte alguna vez,
aquello que esa noche me pedías.

Presintiendote

Llegué a aquel lugar expectante,
mis ojos bien abiertos
y tranquilos.
Horas antes…
intuía.
Y ya percibía una energía distinta.
Llegué con mas ganas a ese lugar.
Y observadora…
te vi llegar.
Busqué la fuente de esa energía
y me detuve en ti…
simpleza viva.
Suspiró mi alma
y me gusté a mi misma.
Es que en lo que me atrae
voy conociéndome más día a día.

Recuerdo fugaz

Fugaz como el tiempo
pasaste en silencio.
Adormeciste el segundo
y me dejaste sin tiempo.

Reviviste aquí dentro,
reviviste el recuerdo.
De repente una voz
quiso gritarte en su encierro.

Desapareciste luego,
mezcla de realidad y sueño.
Traté de seguir tu vuelo
pero me perdí en tu cielo.

Con el tiempo...

Se quedó mi sensibilidad
repleta de tu incertidumbre.
El misterio de conocerte
y la distancia siempre presente.

Se quedó mi asombro,
asombrado ante tus ojos.
Esa mirada con la que me hablaste,
hoy me lleva a inspirarme.

Quizás así también se quede todo
volando en un sueño prematuro.
Agonizando en el misterio,
tratando de no morir como recuerdo.

Un segundo en el tiempo

No pude
en el poco tiempo de aquella noche
ver el tallo,
de aquella hermosa flor que me mostraste.

Solo vi tus pétalos
protagonistas de la primera apariencia,
pero quería ver el tallo
y entender porque tu flor es tan bella.

Y menos pude encontrar tus raíces
expandiéndose en algún tipo de suelo.
Hermoso será lo que te nutre
manifestándose en tus pétalos.

Hermoso también seria
ser una de tus raíces.
Nutrirte con lo mejor de mí
y lo mejor que encuentres en mis raíces.

Fragmento de una noche anhelada I

Testigo en la madrugada
silenciosa, quieta
de una pasión alborotada.
Espacio reducido
nosotros comprimidos.
Tú testigo,
de nuestros vicios.
Y la química de nuestras almas
que controla nuestras vidas.
Son ellas,
se buscan,
nosotros, su medio terrenal,
testigos resignados de su pasión.

Horas vacias

Se pasan, vacías
estas horas neutras del día.
Esas horas que volaban con tu risa
sobrevaluadas por tu compañía.
Me desconecto.
Aparecen los vicios de mi vida.
Busco llenar esas horas
con vanidades de la vida.
Llego a este punto.
Decido terminar el día.
Plasmando solitariamente, en un papel
lo que mantiene llorando mi ser.

Encuentro casual

Tu mirada enigmática brillaba,
tenue y solitaria,
escondida, en la oscuridad del salón.
El frío, atraído por una pasión desbordante,
se escurría por debajo de las puertas.
Las otras miradas, espectadoras,
eran testigos desconcertados de aquel instante del tiempo.
Mi alma buscaba un refugio,
cuando, paralizando el aire,
me invitaste a abrazarte.
Mi soledad se cubrió con tu perfume,
y la contención de tus brazos
empezó a guiar mi incertidumbre.
Tus manos entibiaban cada punto de mi espalda,
y las mías recorrían la tuya buscando conocerte.
La música se apoderaba de nuestros cuerpos,
el tiempo pasaba sin percibirlo,
y tu respiración controlaba mis latidos.
Algo implícito cobró vida en mi interior,
desde aquella noche, algo cambio.
Me quede viviendo con abstinencia de tus brazos,
confiando en el destino, esperando volver a abrazarte.
Aquel encuentro casual, no puede haber sido casualidad.

Extremos

Me ves, me miras.
No entiendo cómo
si tus ojos bloqueados yacen abiertos
mirando apenas con un estrecho espectro de visión…
el ángulo,
donde te puso la vida.
Yo vengo del otro extremo,
de la porción verde y clara del espectro.
Insólito
que mi vida, creada por vos,
me haya retenido a mi
en la otra punta del continuo
observándote, impotente…
con el filtro de la amplitud de mi espectro.

Arriba desde adentro

Pequeñas luces alineadas
en la redondez limitante del horizonte
me recuerdan,
agitando átomos de mi memoria,
decisivas escenas
que condicionaron mi vida.
Instantáneamente llegan aquellos aromas
despertando sensaciones
que me llevan…
Me desborda de nuevo la emoción
caen mis lagrimas a regar la tierra.
¡Es el ciclo perfecto!
mutualista
Ahora entiendo la función
de aquel motor transustancial
que yace en el alma mía.

Al fondo

Oscuro, largo
pasillo con gente dormida.
Al fondo
una tenue luz
me hizo notar tu presencia que presentía.

Tu fantasiosa anatomía
me transmite la energía,
armónica,
del paradigma que me guía.

Que verás tu en mi
pequeño ser coexistente
que recíprocamente,
no me temes.

Primer tramo

Acurrucada en el silencio
en cada metro recorrido
veo pasar la noche.
El cielo,
escenografía intacta
pero titilante.
Pequeña ventana hacia el universo
que con humildad,
sonríe ante la fugacidad de nuestro tiempo.
Encuentro paz en el camino
y en la soledad de estas horas,
melancolizo el mensaje de la tierra.
Herida, cortada por redes de concreto
apenas logra calmar un poco su calor por las noches.
Una langosta me acompaña
expectante
temerosa y ansiosa.
Enseñame a saltar como tu
en esta noche de mutua compañía.
Para poder huir como vos
de algunos especímenes
que quieren devorarme.

Otra noche

Otra noche.
Agonía.
No logro saciar mi cuerpo.
No logro refrescarlo del recuerdo de tus besos.
El aire ardiente, choca con mi piel,
se vuelve hielo.
Sigo absorbiendo energía,
e intento transmitirla.
Tanta transferencia, me agota,
desvanezco.
Me duermo sudando por dentro.
Apenas unas horas después
me despierta el sol
recordándome mi sueño.

Química I

La música de aquella noche,
que en la brisa era familiar,
reunió dos casualidades.
Nosotros,
débiles a agentes externos
confluimos en ese punto cósmico.
Dos imprevistas casualidades
que no por casualidad confluímos,
con un toque de metafísica
nos pusimos en contacto.
Nuestros cuerpos entendieron todo desde el principio,
y nosotros lo entendimos un poco después.
Mientras olíamos nuestras raíces,
la cadencia interpretaba la brisa musicada.
Tendríamos que habernos separado luego,
pero ese tiempo de calor entre tanto frío
nos intuyo a llenar el lecho vacío.

La infancia del aljibe

Detrás del aljibe!!!
grite…
te ví,
ahí estabas.
Pero con los años,
el mejor escondite
fue quedando chico para esconderse.

A veces pasa…
las cosas dejan de ser funcionales
con el tiempo.

Pero te recuerdo ahí,
detrás del aljibe
vestida de rosa,
y yo de verde.

Vos, ahi arriba

Cerrar fantasías
madurar apologías.
Buscarte en el cielo
gritar con agonía.
Así,
llegue por primera vez a ti.
En el jardín oscuro, sublime
de la primera etapa de mi vida.

Desesperación

Te encuentro de nuevo…

y de nuevo tu mirada me golpea.

Todo mi interior retumba,

y de ese retumbar solo queda un eco…

eco que perdura hasta tu próximo golpe.

Así te muestras,

no puedo percibir mas que tus ecos,

y tus golpes, y tus ecos,

y este ciclo vicioso que me atrapa,

me esclaviza,

y cuando tu eco va a desvanecerse,

desespero,

y te busco,

te encuentro, siempre te encuentro,

y me miras, caigo, me derrito, y de nuevo…

tu idilio me golpea.

Así me retienes, enviciada (desesperada)

rogándote,

aunque sea por tus ecos.

Energía en el aire

Con partículas inquietas en el aire

entraba esta noche…

mi tiempo de descanso.

Sutil energía cercana,

dominando mis fuerzas,

dio esperanzas a este decaimiento.

Ahí estabas…

alma misteriosa de luz y tiniebla.

Implícita, tu presencia,

me atrapó en la brisa.

Mágicas palabras, volcaste…

simples simplezas de tanta pureza.

De repente me hallé sonriendo,

en ausencia de un testigo para tanta belleza.

El origen de mi brujula

La ventana esta abierta
es una noche fresca.
Comienza el verano.
La fauna en pleno carnaval.
Llamándose en la oscuridad
musicalizan mi sensibilidad.
El aroma local
tierra con humedad…
nada lo supera
es el origen de mi paz.
Estas coordenadas mías
graficaron el mapa de mi vida.
Es otro comienzo que me espera
exigente y ansioso…
unos cuantos escalones más arriba.

.

Algunos ya no están

Pero parece que estuvieran.

Quizás nunca estuvieron.

Quizás nunca estarán.

Hay muchos que si están,

Pero parece que no estuvieran.

Y así estamos y no estamos.

Y no estamos y estamos.

Por eso, mientras podamos,

estemos.

Así cuando en verdad no estemos,

puedan decir que estuvimos.