Se quedó mi sensibilidad
repleta de tu incertidumbre.
El misterio de conocerte
y la distancia siempre presente.
Se quedó mi asombro,
asombrado ante tus ojos.
Esa mirada con la que me hablaste,
hoy me lleva a inspirarme.
Quizás así también se quede todo
volando en un sueño prematuro.
Agonizando en el misterio,
tratando de no morir como recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario