La brisa corría por mi espalda
mientras tus manos y tus ojos
me invitaban a abrazarte.
Me perdí en tu protección
todo mi frío se cubrió de tu calor.
Desplegaste tu dulzura
y yo...
me hipnoticé con movimiento,
interpretandola.
El sueño de nuestros pies
fluía por el salon.
No paraban de insistir.
Querian hacer realidad
su realidad inolvidable.
Todo se perdió alrededor
la escenografía se escondió.
Nuestra inmensa pasión,
fue llenando la habitación.
Las luces se opacaban con nuestro brillo
y afuera,
la lluvia acompañaba nuestra cadencia.
Tres minutos plasmados en una ilusión,
nuestro idilio.
La espontaneidad del contacto y la magia de tus brazos
retiene el tiempo aquí.
Yo, pensando en ti.
me encanto
ResponderEliminar"la lluvia acompañaba nuestra cadencia.
Tres minutos plasmados en una ilusión,
nuestro idilio."