Esta noche
deseaba que pienses en mí.
Encerrado en tu impuesto destino
mientras tus brazos
desean abrazarme a mí.
Lo siento, te siento
en los suspiros.
Tu allí, yo aquí
tan cerquita
que no logro
con vanidades, llenar tu espacio.
Y canto,
pero no puedo cantar de dolor.
Y bailo,
refugíandome en otros brazos.
Vuelvo,
como todas las noches a mi cama,
me despido de mi soledad
y me duermo abrazada a tu espacio,
vacío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario